Implementar un código de ética, un canal de denuncia, un programa de ética y cumplimiento son elementos significativos para transformar la cultura de la empresa. Estos elementos permiten mantener segura la reputación y continuidad de la operación.
Los beneficios de tener sólidos procesos de ética y cumplimiento son numerosos.
Las empresas se aseguran de operar dentro de los marcos legales y regulatorios, reduciendo significativamente los riesgos en sanciones, multas y daños a la reputación. Las empresas que invierten en estos procesos pueden evitar problemas legales costosos y complejos, protegiendo así su estabilidad financiera y
reputacional.
Además, una empresa percibida como ética y comprometida con ser correcta tiende a atraer y retener tanto a clientes como a talentos de alto nivel y por ende aumentar la confianza de clientes y socios comerciales.
La implementación de un código de ética sólido, un programa integral de ética y cumplimiento y un canal de denuncia puede transformar la cultura organizacional; permiten que los colaboradores tengan la confianza de expresar sus preocupaciones sin temor a represalias, ya que cuando los colaboradores sienten que son escuchados y valorados, están más dispuestos a contribuir a la seguridad y éxito de la empresa.
Una herramienta esencial para estos procesos es el canal de denuncia, que realmente muy pocas empresas se preocupan por la implementación de uno, sin embargo, tener un canal donde el colaborador pueda alzar la voz y reportar prácticas no éticas, repercute en una mayor satisfacción y lealtad del personal, así como una reducción en incidentes de comportamiento inapropiado.
Los procesos de ética y cumplimiento son esenciales para la seguridad y el bienestar del personal. Es importante que la Gerencia General afronte los retos actuales y futuros con un enfoque centrado en el bienestar humano. Aunque los resultados de crear cultura no se vean a corto plazo, la adopción de buenas prácticas y la experiencia adquirida muestran que estos esfuerzos no solo protege